1 gennaio 2009

Capodanno



Es el primer día del 2009 y me encuentro en mi pieza con mis amigas Susan y Melissa.  Bajo una pila de cubiertas nos pasamos el día sin hacer nada... excepto inventar una receta de polenta con arugula y berenjenas en salsa de tomate y ver una película de Woody Allen.  

Acurrucadas en mi cama, bien relajadas, afirmamos que no habría mejor modo para pasar el primer día del nuevo año.

Quizás sea que todos los cambios que experimentamos en el 2008 nos dejaron de cama, pero lo dudo.  En realidad creo que nos estamos volviendo como los italianos... y hemos aprendido a disfrutar de los días sin correr detrás de las mil cosas que queremos hacer y de perseguir el divertimiento como si fuese una tarea en más.

Quien sabe que nos espera en el 2009.

Envés de hacer una lista de "New Year's Resolutions," ósea, envés de decir "voy a empezar a  hacer ejercicio tres veces a la semana y voy a leer un libro por placer al mes" nos ponemos en cambio a reflexionar en como hemos cambiado.

Aparte de ser naturalmente más independientes (per forza) nos sentimos las tres más confidentes en nosotras mismas. Esta seguridad se refleja por ejemplo cuando nos introducimos a gente nueva y empezamos una conversación o en el modo en que es casi imposible que algo me de vergüenza (lo cual, si lo piensan bien, es una idea medio aterrorizante).

Esta fortalecida seguridad en mi misma también se refleja en otros sentidos prácticos de mi vida como mi altamente mejorado sentido de la dirección (antes inexistente) y mi recientemente descubierto talento en el arte culinaria.  Jamás pensé que sería del tipo de persona que puede cocinar sin medir las proporciones ni usar el timer para el tiempo.  Para mi sorpresa no solo me es fácil cocinar sin seguir las recetas al pie de la letra si no que hasta se me ocurren modos de cambiarlas, y hasta el día de hoy no he tenido ningún experimento fallado... aaaaleluya! Esos si que son cambios útiles! y mi familia que se preocupa de que no estoy estudiando...

Recientemente me vinieron a visitar dos amigas americanas que estudian con migo en Los Angeles que no han pasado mucho tiempo fuera del país.  En nuestra convivencia día a día fui notando que diferente me sentía de ellas.  Las diferencias son casi demasiado sutiles hasta para reconocerlas, pero había algo ahí, constantemente presente, que no lo siento cuando estoy con Susan y Melissa- que también son americanas.  

El mejor modo que se me ocurre para describir la diferencia es que con Susan y Melissa llegamos a ser capaces de mezclar polenta con arugula y berenjena para descubrir una exquisita receta, mientras con las otras chicas esto hubiera sido 100% imposible... aparte del miedo a que no les llegue a gustar, la idea de experimentar no les habría ni resultado divertida... lo cual para mi es una aptitud que se ha vuelto un modo de vida.

Creo que debería ser mandatario que todo el mundo se valla a vivir un año fuera durante la universidad, y no por aprender a cocinar con la imaginación- eso es solo una ventaja, sino por el puro hecho de aprender a vivir mejor, y con menos inseguridades. 

2 commenti:

  1. Me gusta lo que decis, es lindo que no corras que disfrutes las cosas, como si fuera una sobremesa de una rica comida, te quedan muchos años poor delante para absorver cosas, experiencias y vivencias, acumula risas y tambien algunas lagrimas, vivi tratando de que sea sin apuros, llena tu cabeza de vivencias, junto con los estudios va a ser la mejor receta para una vida plena. y segui con tus paseos en bicicleta, recorre calles empedradas, peatonales, ciclovias subidas y bajadas, porque en esos momentos estaras sola y masticaras lo vivido, ayudan tambien los tiempos dentro de los trenes, autobuses y caminos habituales, vola a Carlos Paz, Carlsbad, los Angeles, ya veras como todo aquello sirve para mirar mejor.
    Feliz Año Flori te quiero mucho.

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  2. Feliz ano Flor. Te deseo un meravilloso 2009.

    Ciao, Virgilio

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